domingo, 12 de agosto de 2012

Verdadero valor de la amistad.


Siempre pensé que el verdadero valor de la amistad era tener a esa persona que te da su ayuda incondicional, alguien en el que te puedas apoyar para pasar mejor las tristezas, compartir las alegrías y hacer más llevaderas las angustias y los malos momentos, pero, como en casi todo, mientras todo va bien y no hay problemas, las amistades te responden, pero cuando necesitas de verdad de esa mano amiga, ese apoyo, es cuando te das cuentas de quien es, realmente un amigo, y quien no. 
Gracias a dios tengo y tuve a esa persona, a la que sé que puedo llamar cuando quiera, fuese la hora que fuese, siempre va a estar ahí, tengo su hombro para llorarle, su brazo para apoyarme, reímos, pasarlo genial, sé que siempre puedo explicarle todo, que me va a escuchar y encontrar una solución para todo, somos un equipo, siempre se preocupa por mi.
Espero seguirla teniendo mucho más tiempo, porque encontré en ella mi alma gemela, mi otro yo. Sé que diga lo que diga, ella también lo pensó. Es una conexión increíble y no me pasó con ninguna persona por eso esta amistad la valoro más que cualquier otra, no creo encontrar otra persona que me de tanta confianza y alegría como ella me la da.

Si algún día tienes ganas de llorar, 
llámame, no prometo hacerte reir…
pero puedo llorar contigo. 

Los amigos son aquellas personas que en los momentos difíciles están contigo. La distinción para verdaderos y falsos amigos es la presencia común en los buenos momentos y la sola ayuda de los verdaderos en los malos. 


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